Todo parece indicar que, en Palacio de Gobierno, ya están afinando la sucesión de Jorge Corichi en la alcaldía capitalina.
Y no precisamente porque lo vayan a echar por inepto, no, sino por el interés que hay en que Mariana Espinoza de los Monteros Cuéllar se convierta en alcaldesa en el 2024.
¿No me cree? Allá, usted. Lo que sí le digo es que la Gobernadora misma ha instruido a su equipo de comunicación para allanarle el camino a su hija en sus aspiraciones por gobernar la capital del Estado.
No en vano desde diciembre del año que acabó, Mariana Espinoza ha acaparado las entregas de apoyos y promovido su imagen en todos los eventos de caridad posibles.
Abuelitos, niños, escuelas, mujeres han visto en ella la imagen de bondad que heredó de su madre. ¡Qué bonito!
No se crea, con todo y el aparato Estatal no la tiene fácil. Primero, porque su desventaja mayor es la falta de experiencia.
O dígame usted, ¿le conoce algún talento o trayectoria ajena al vínculo familiar?, ¿trabajaba en algo antes que en el DIF? Déjelo así, no me responda.
Para gobernar la capital la hija de la Gobernadora deberá, primero, vencer a diversos oponentes cuyas ganas de que a Tlaxcala le vaya bonito son muchas, al menos en el discurso.
Ahí tiene usted a Raymundo Vázquez Conchas, también pariente de la Gobernadora, Serafín Ortiz, Rector de la UATx, Alejandra Ramírez, actual Diputada, Antonio Herrera, propietario de Fire Sports, Nydia Cano, fundadora de Pronto y un sin número de aspirantes más que algunas posibilidades tienen.
Por lo pronto, con “PreveDIF” un programa que llevará servicios de salud a las comunidades del Estado con lejanía de servicios, Cuéllar Jr. seguirá de gira, acuérdese de mi cuando la vea en la boleta.
Hasta mañana…
@Naye_Romero89
